Tanto es así, que este uso del tiempo junto a otras circunstancias me ha llevado a dejar pendiente algunas tareas importantes que implican a muy buenos amigos, desde aquí sólo puedo pedirles disculpas, y un poco (más) de paciencia hasta que me estabilice en todos los sentidos.
Dicho esto, seguiré con las actualizaciones del blog, que como estáis imaginando son experiencias que he vivido hace ya algunas semanas, pero aún así no quería dejar la ocasión de poderlas compartir con todos/as vosotros/as.
El día que nos acontece lo pasamos en el "Museo de la Universidad de Tokyo", fuimos a ver una exposición sobre huesos de animales junto a Keiko, la madre de Miyuki. El enclave era fantástico, cerca de Ueno y del fantástico barrio de Asakusa, al que después nos acercamos ya que no queríamos dejar pasar la ocasión ya que nos encontrábamos tan cerca.
En la exposición encontramos diferentes huesos de animales, con una curiosa y cuidada estrategia dispositiva. Además de los distintos cráneos y huesos había una pequeña selección que contenían algunas deformidades, cabezas bicéfalas o con una extraña formación craneal. No había mucho material, pero igualmente fue divertido. Al lado de los huesos nos encontramos con un amplio grupo de gallos disecados. La verdad, no sabía que hubiera tanta variedad, algunos con patas bien gruesas me llamaron la atención, poco después me comentaban que en China se comen con mucha frecuencia porque tienen mucho collágeno (lo que no se coman en China ;)
Salidos del museo nos dirigimos a dar una vuelta por el barrio de Asakusa, es un barrio con muchos inmigrantes de India, China y Korea…a mí lo que me gusta sobretodo es encontrarme casas o edificios antiguos. Aquí en Japón no suele ser muy habitual encontrarse con algo así, ya que la mayoría de casas y edificios son de nueva construcción, tienen una vida útil, caduca, marcada por los años y los terremotos. Por eso cuando ya han pasado un par o tres de décadas suelen tirarlas y construir unas nuevas por seguridad. En cualquier caso, puedes encontrar espacios que parecen marcados por el tiempo; en el que el oxido, las plantas y una extraña luz les invade.
Esta figura es famosa por el tamaño de sus genitales. Al menos es lo primero que llama la atención, sobretodo a ojos occidentales. Se llama Tanuki, es un perro mapache, una especie autóctona de Japón que actualmente está en grave peligro de extinción debido a su apreciada piel. Normalmente esta figura solemos encontrarla en la entrada de comercios y casas.
Proviene de la mitología japonesa, tiene un carácter bonachón, y son muy traviesos. Por eso a veces toman apariencia humana para gastarles bromas a los campesinos.
Según la tradición estas esculturas traen suerte, ya que hay ocho aspectos que la favorecen: Un gran sombrero que nos protegerá de los problemas y del mal tiempo. Unos grandes ojos para percibirlo todo muy bien y así poder tomar buenas decisiones. Una botella de sake que representa la virtud. Una gran cola que proporciona estabilidad y fortaleza para conseguir el éxito. Unos grandes testículos, que simbolizan la suerte en el dinero. Una bolsa que representa la confianza. Una gran barriga que simboliza la estabilidad y la calma. Y una sonrisa para las amistades.
Keiko y Miyuki bien "viseradas".
Edificio de oficinas de "Honda". Guarda grandes similitudes con el edificio "Honda" que aparece en el juego de "Gran Turismo 5" (imagen derecha), ¿será el mismo?.
Caracter de とうふマン (Tôfu man!)
Yakitori (pinchos, en este caso de carne de cerdo.) Normalmente el término "yakitori" es para definir pinchos de carnes de ave, de pollo concretamente, pero en la actualidad el uso de este término está extendido a todo tipo de carne (vaca, pollo, cerdo, etc.) presentada a modo de brocheta.
Vista desde la estación de Asakusa.
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